Cuál es el portero más bajo del mundo

En el fútbol, como en tantos otros deportes, el tamaño físico de cada deportista le predispone a una posición o a otra, como por ejemplo los más grandes a la defensa. Aunque otros aspectos cómo la técnica, rapidez o habilidad marcan más en que parte del campo se terminará asentando.

Y la portería no es una excepción. Es habitual que los guardametas sean altos, ya que cuanto más arco sean capaces de cubrir, más difícil para el delantero superarles y más fácil para el propio meta llegar a tapar los disparos. Pero la historia está llena de excepciones, y en cuanto a la altura de los porteros, también hay grandes bajitos que han sabido destacar.

Descubre quién es el portero con la altura más baja en la historia del fútbol

El portero profesional considerado más bajo de la historia del fútbol es el mexicano Jorge Campos. Con a penas 1,68 de altura, se ganó al público de su país gracias a su estilo excéntrico y al insólito hecho de no solo ser portero, sino también delantero.

No es habitual que un futbolista se defienda tan bien en dos parcelas tan distintas del terreno de juego, pero Campos llevó su habilidad a un punto casi inhóspito. No es para menos que sea el portero mexicano más goleador de la historia y tercero a nivel mundial.

La curiosa historia de este guardameta se empezó a fraguar cuando, en 1988 enrolado en las filas del Universidad Nacional (actualmente conocidos como Pumas UNAM), no tenía oportunidad de jugar en la portería, porque el puesto ya lo ocupaba Adolfo Ríos. Así que Campos pidió ser alineado como delantero para poder tener así más oportunidades de jugar. No le salió para nada mal la jugada, ya que cerró el curso con 14 tantos anotados y peleando por el título de máximo goleador.

A partir de 1991 se asentó ya como portero titular y sus grandes actuaciones, tanto en su club como en la selección, le llevaron a ser nombrado como el tercer mejor portero de 1993, por detrás del danés Peter Schmeichel y el argentino Sergio Goycochea. Pero ello no le privó de seguir marcando goles, ya que en repetidas ocasiones continuó siendo utilizado como delantero revulsivo para levantar resultados en contra. Incluso, en 1996, con Javier Aguirre de entrenador, Campos empezó el partido como portero y a mitad encuentro cambió de posición a punta para fortalecer el ataque. El resultado: gol de Jorge Campos.

Su carrera se alargó hasta 2004, durante este tiempo militó tanto en la liga de México como en la MLS de Estados Unidos, formando parte del Universidad Nacional (1988-1995, 1998-1999 y 2001-2002), Atlante (1995-1997 y 200-2001), Los Ángeles Galaxy (1996-1997), Cruz Azul (1997), Chicago Fire (1998), Tigres UANL (2000) y Puebla (2002-2004).

A lo largo de todos estos años, Campos jugó un total de 501 partidos oficiales de clubes en los que anotó 46 goles, siendo la mayoría de ellos de su primera fase en el Universidad Nacional. También tuvo una notable presencia con la selección, convirtiéndose en el portero con más internacionalidades de México en ese momento con 129.

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Otros grandes porteros de baja estatura

Jorge Campos no es el único portero de corta estatura que ha triunfado en el futbol. Afortunadamente, son muchos los que, a pesar de ser catalogados por bajos, han conseguido hacerse un nombre en el deporte y, más todavía, marcar su nombre en la historia.

Gianpiero Combi fue uno de los pioneros. Cono solo 1,72 de altura, el italiano fue considerado uno de los mejores guardametas que defendieron tanto el arco de la Juventus como de la selección de Italia. Además, fue una pieza clave para que el combinado transalpino lograra su primer Mundial en 1934.

Otro gran portero tanto en clubes como en su selección fue el argentino Ubaldo Fillol. Con un 1,80 raspado, el meta sigue siendo considerado como uno de los mejores de la historia albiazul y figura importante en el Mundial de 1986. Además, defendió los colores de ocho clubes distintos, entre ellos River Plate, Flamengo y Atlético de Madrid.

Y un bajito que llamó la atención del mundo entero por su excéntrica forma de parar fue René Higuita. Solo 1,75 de altura, pero sobrado de locura, se le sigue recordado por sus paradas conocidas como “el escorpión”, saltando con los pies por detrás de su cabeza para atajar el balón. Además, se acercaba hasta el centro del campo para robarle la pelota al rival o subía a rematar un córner cuando todavía quedaba mucho tiempo por jugar. No todo fueron excentricidades, su nivel le llevaron a al mundial con Colombia en 1990 y participó en cinco ediciones de la Copa América.

APOSTAR

La altura de los porteros de la Liga española

Después de ver los centímetros que algunos porteros de la historia alcanzaban, podríamos decir que la Primera División cuenta con porteros de altura. Contando los 20 porteros considerados como titulares esta temporada 23-24, la media sale a 1,90. 22 centímetros más de lo que mide Jorge Campos, es una diferencia notable.

El guardameta techo de la Liga es Giorgi Mamardashvili. El georgiano del Valencia alcanza los 1,97. En el lado opuesto, el más bajo es Antonio Sivera, del Deportivo Alavés, con un nada despreciable 1,86 de altura. Solo hay 7 porteros titulares que están por debajo de la media y la gran mayoría están entre el 1,88 y el 1,92 (trece de los veinte guardametas).

Ahora bien, la gran cuestión ¿se nota la diferencia de centímetros en la Liga? Lo cierto es que no. Como hemos visto, el más bajo, no lo es en absoluto en comparación con el resto de jugadores de campo, y a la hora de rendir en un encuentro, entran muchas más variantes en juego. Los porteros de Primera división cuentan con unas habilidades y reflejos excepcionales, además de tener el apoyo de unas defensas que les facilitan bastante la vida (en líneas generales). Aunque, no vamos a mentir, hay veces que un tiro entra a gol por solo un par de centímetros. Y tal vez en ese momento, sí que nos hubiese gustado que nuestro portero fuese solo un poquito más alto.